“ANGEL Y DEMONIO”: Muguruza ante las luces del gran show

POR LA GLORIA Y POR LA FAMILIA”, ASÍ DEFINE EL CAMINO QUE HOY TRANSITA Y QUE ESPERA LO LLEVE A PELEAR EN EL EXTERIOR. MUGURUZA INTEGRA UNA DE LAS PROMOTORAS DE BOXEO MÁS GRANDES DE ARGENTINA Y SUEÑA CON SER CAMPEÓN .

“Ellos tienen talento y yo trabajo duro para llegar”… de esta forma arrancó definiendo Nicolás Muguruza, a los boxeadores que (con su misma edad) han llegado antes que él a ser profesionales del boxeo.

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Tiene puesta una camiseta de la selección argentina y me cuenta que el boxeo llegó después del fútbol a su vida. Que mientras jugaba en la 5ta división de Sportivo Bragado, espiaba el gimnasio donde otros pugilistas locales entrenaban…”y a lo mejor surgió ahí la curiosidad”.

Hace 10 años atrás, la historia era otra. Antes de terminar la escuela secundaria en Comercial, “empecé a entrenar una tarde en el garage de la casa de la mamá de quien todavía es mi entrenador: Fernando (Graziano) “. “Yo jugaba al fútbol, y empecé a practicar boxeo por curiosidad, nadie en mi familia se dedicó a ésto”.

Una tarde, después de tres meses de jornadas de entrenamiento, Nico le dijo a Carlos y a Isabel, que cuando cerraran el negocio (un almacén y pollería que todavía tienen sus padres en el barrio) fueran a verlo pelear. El pibe de 17 años sorprendió a todos con el anuncio, ya que “mis papás no entendían de qué les hablaba, pero igual fueron a verme. Nunca faltan a mis peleas, a las cercanas fueron a todas, mi mamá no mira porque sufre viendo los golpes que me dan, pero me han acompañado siempre que pudieron”.

“Así empecé, y me costó perder muchas veces. Tengo 46 peleas amateurs, ahí te forjas y aprendes; caes muchas veces…porque ahora todos hablan de los triunfos, pero hay que recordar siempre que se pierde también”.

“Soy tranquilo, nunca tuve peleas fuera de un ring”…Nicolás conoce la historia de muchos grandes del boxeo que han tenido finales trágicos por no medir su fuerza debajo de un ring. Los admira deportivamente, y sueña con poder quedarse con algún título, en un futuro. Sobre Carlos Monzón sabe todo , pero porque miró su historia en las series y a través de publicaciones, ya que la edad lo ubica cronológicamente lejos del ex campeón del mundo.

“Soy constante, si me tengo que definir en una palabra diría: CONSTANCIA. Soy instintivo y duro…hago lo que de verdad siento. Charlo con mi equipo Fernando (Graziano) y Lucas Galland y ahí decido, pero tengo claro lo que quiero, y hacia dónde voy”.

Cada vez que la charla nos lleva a su familia, le brillan los ojos; Tiene 27 años y boxea de forma profesional. Se entrena con el campeón del mundo de los super mosca, pero, sin embargo, su rostro pierde la dureza y se transforma cuando define a sus padres: “son un amor ellos, no tienen maldad”.

La pregunta sobrevuela en el ambiente: ¿ Por qué querés ser campeón algún día? (y rápidamente dice) “Por la familia…y por Bragado, para que la ciudad tenga un campeón. Acá gusta mucho el boxeo”. Le pregunto entonces :¿qué harías con el dinero si llega algún día ese momento? (y más rápido que antes me responde) “Quiero mi casa, el techito propio, tengo a mi hijo Lucas y a Brenda mi pareja…y quiero que tengamos una casa propia”.

Todos tenemos sueños, todos alguna vez nos imaginamos “campeonando”… él tiene ganas de ese duelo, imagina una batalla, un cinturón de peso mosca, una trompada que nazca de abajo y que llegue al mentón que es “donde el boxeador siente que se desestabiliza, pierde equilibrio y cae”, según me contó. Ya dio trompadas en el mentón, pegó acertivos golpes abajo o arriba, tiró a otros, ganó…y quiere seguir ganando. ¿Por qué no?

Nicolás Muguruza tiene en su haber 9 peleas profesionales (ganadas todas) cuatro de ellas por Knockout. Su primera pelea profesional fue 12 días antes que naciera su hijo Lucas, en el 2019, y la recuerda porque Brenda no pudo acompañarlo, “estaba por nacer mi hijo y teníamos miedo que el parto llegara”.

“Es difícil el boxeo amateurs, ahí no hay dinero, es por “el pancho y la coca”…y yo fui a todos lados, en cada barrio, en cada lugar, ahí fuimos, y caí muchas veces, y conocí a muchos que hoy, también están en el boxeo profesional…” “Camioneros me ayudó y me sostuvo desde “casi el comienzo” llevaba 10 peleas cuando conocí a Sergio Broggi y me dieron una mano siempre. Yo entreno en su gimnasio y me acompañan hasta ahora. Ser amateur es muy duro, muy difícil, y todo lo haces solo, sin ganar nada”.

LAS LUCES DEL SHOW

Peleó y ganó en Río Hondo, en lo que fue su debut dentro de la Promotora famosa del “chino Maidana” conocido por el mundo del boxeo, por proyectar talentos locales en el exterior. El pibe de Bragado sueña en grande, y se entrena con quien ganó en Japón…en la actualidad no se pone límites, toma con decisión y constancia el desafío, y cree que en un par de años puede darse.

“Le gané al campeón…aunque él no puso el título en juego, no sé por qué. Pero le gané”, dice Nico en su relato. “Yo busco pelear en peso mosca, aunque en super mosca también puedo competir…”

Nico hace mención a la importancia del orden en la alimentación, dice que es estricto en las comidas y en el entrenamiento, que realiza rigurosamente tres veces por día. Es constante, y tiene metas claras. Si volviera para atrás piensa :“elegiría de nuevo el boxeo, o estudiar una carrera como Educación Física, porque el deporte siempre da vueltas en mí”.

El show que significa estar dentro de una de las promotoras que incluye televisación y marketing no tiene una preparación extra y moverse en ese entorno no es fácil para todos. “Tengo la cabeza pensando en pelear, no hay que marearse con las luces…porque eso te juega en contra. Cuando peleo, y mi rival cae, no disfruto de haberlo golpeado…pero pienso que en este deporte alguno de los dos podemos caer…él o yo”.

“Me dicen “el demonio”, no sé bien por qué. En el ring me muevo mucho, soy un boxeador que busca siempre atacar…no me tiro atrás, soy constante y movedizo…pero siempre respeto el rincón, ellos saben cuando se puede seguir y cuando no”.

“Mis amigos son siempre los mismos, los de los picados y los turnitos de fútbol a los que ahora abandoné un poco…no hay amigos del campeón…están los de siempre y esos son los que me conocen. Me gusta vivir acá, soy de Bragado, y no pienso en un lugar que no sea este…estoy preparado para avanzar y viajar porque lo importante es pelear afuera…pero volver siempre a casa”.

Pienso, pero no se lo pregunto, ¿cómo es subir a un ring y saber que te van a golpear? , me quedo con la imagen de su madre tapándose los ojos para no ver esa escena….pero acompañando.

Fuera de la grabación le pregunto a Nico si conserva los guantes con los que pelea…me mira, y me responde que no, que nunca los pidió…Sé que los próximos que use los pedirá para su hijo, para atesorar recuerdos, o los hará firmar.

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Es interesante pensar : ¿quién se lleva los guantes del campeón, después que la pelea termina?

Autor: María Corina Delettieres

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